El año 2019, Bolivia vivió un conflicto social sin precedentes a raíz del fraude electoral orquestado por el MAS, cuyo objetivo era perpetuar al señor Evo Morales en el poder. Sin embargo, el pueblo boliviano alzó su voz y se manifestó en las calles incansablemente, lo cual, condujo a la renuncia de Morales a la presidencia del Estado. Posteriormente, hubo una acefalía en la primera magistratura del país, que en última instancia fue cubierta por Jeanine Añez. No obstante, existe polémica sobre si tal asunción al poder estuvo enmarcada en la Constitución o respondió más a una toma ilegal del poder.